viernes, marzo 26

"Hosana! Bendito es el que viene en el nombre del Señor!" Salmo 118:26


"El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén,
tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito:
No temas, hija de Sion;
He aquí tu Rey viene,
Montado sobre un pollino de asna.
Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que se las habían hecho.
Y daba testimonio la gente que estaba con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
Por lo cual también había venido la gente a recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal.
Pero los fariseos dijeron entre sí: Ya veis que no conseguís nada. Mirad, el mundo se va tras él".
(Juan 12:12-19).

"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos,
les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.
Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.
También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito es el que viene en el nombre del Señor!
¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas!
Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce". (Marcos 11:1-11).

El buen samaritano

Jesús y la mujer samaritana