martes, marzo 23

¿Qué requiere Dios de nosotros?



Cuando alguien preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante, este contestó: “El primero es: ‘Oye, oh Israel, [Jehová] 'nuestro' Dios es un solo [Jehová], y tienes que amar a [Jehová] tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Marcos 12:28-31; Deuteronomio 6:4,5).
¿Cómo mostramos nuestro amor a Dios?
Jesús aseguró: “Yo amo al Padre”. ¿Cómo lo demostró? “Así como el Padre me ha dado mandamiento de hacer —dijo él—, así hago.” (Juan 14:31.) También afirmó: “Yo siempre hago las cosas que le agradan” (Juan 8:29). Podemos agradar a Dios si aprendemos acerca de él. Mientras oraba a favor de sus discípulos, Jesús declaró: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero” (Juan 17:3; 1 Timoteo 2:4).
¿Cómo podemos aprender acerca de Dios?
Una manera de conocer a Dios es observando sus creaciones. Por ejemplo, Jesús señaló: “Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?”. ¿Cuál es la lección? No debemos permitir que la inquietud por las necesidades básicas de la vida impida que sirvamos a Dios (Mateo 6:26-33).
Pero el mejor modo de conocerlo es estudiando la Biblia. Jesús la llamó “la palabra de Dios” (Lucas 8:21). Y, dirigiéndose a su Padre, dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17; 2 Pedro 1:20, 21).
Jesús ayudó a la gente a aprender la verdad acerca de Dios. Uno de los discípulos admitió en cuanto a su Maestro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?” (Lucas 24:32). Si queremos aprender de Dios, hay que ser humildes y estar dispuestos a que se nos enseñe. Jesús aconsejó: “A menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).
¿Por qué produce felicidad el conocimiento de Dios?
Conocer a Dios nos permite entender el sentido de la vida. Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Aprender de Dios es aprender el mejor modo de vivir. Jesús dijo: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Lucas 11:28; Isaías 11:9).

El buen samaritano

Jesús y la mujer samaritana