domingo, febrero 28

¿Cómo podemos aprender acerca de Dios?


Una manera de conocer a Dios es observando sus creaciones. Por ejemplo, Jesús señaló: “Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?”. ¿Cuál es la lección? No debemos permitir que la inquietud por las necesidades básicas de la vida impida que sirvamos a Dios (Mateo 6:26-33).
Pero el mejor modo de conocerlo es estudiando la Biblia. Jesús la llamó “la palabra de Dios” (Lucas 8:21). Y, dirigiéndose a su Padre, dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17; 2 Pedro 1:20, 21).
Jesús ayudó a la gente a aprender la verdad acerca de Dios. Uno de los discípulos admitió en cuanto a su Maestro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?” (Lucas 24:32). Si queremos aprender de Dios, hay que ser humildes y estar dispuestos a que se nos enseñe. Jesús aconsejó: “A menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).
¿Por qué produce felicidad el conocimiento de Dios?
Conocer a Dios nos permite entender el sentido de la vida. Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Aprender de Dios es aprender el mejor modo de vivir. Jesús dijo: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!” (Lucas 11:28) " No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar". (Isaías 11:9).

Enseñanzas de Jesús de El Dios verdadero



El Dios verdadero
¿Tiene nombre Dios?
Jesús enseñó que Dios tiene nombre, al decir: “Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre’” (Mateo 6:9). La Biblia revela que el nombre de Dios es Jehová (Salmo 83:18). Refiriéndose a sus discípulos, Jesús dijo en oración a su Padre: “Yo les he dado a conocer tu nombre” (Juan 17:26).
¿Quién es Jehová?
Jesús llamó a Jehová “el único Dios verdadero” porque es el Creador (Juan 17:3). Jesús dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y hembra[?]” (Mateo 19:4). También afirmó: “Dios es un Espíritu” (Juan 4:24); por eso no lo podemos ver (Éxodo 33:17-20).
¿Qué requiere Dios de nosotros?
Cuando alguien preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante, este contestó: “El primero es: ‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’” (Marcos 12:28-31).
¿Cómo mostramos nuestro amor a Dios?
Jesús aseguró: “Yo amo al Padre”. ¿Cómo lo demostró? “Así como el Padre me ha dado mandamiento de hacer —dijo él—, así hago.” (Juan 14:31.) También afirmó: “Yo siempre hago las cosas que le agradan” (Juan 8:29). Podemos agradar a Dios si aprendemos acerca de él. Mientras oraba a favor de sus discípulos, Jesús declaró: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero” (Juan 17:3; 1 Timoteo 2:4).
¿Cómo podemos aprender acerca de Dios?
Una manera de conocer a Dios es observando sus creaciones. Por ejemplo, Jesús señaló: “Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?”. ¿Cuál es la lección? No debemos permitir que la inquietud por las necesidades básicas de la vida impida que sirvamos a Dios (Mateo 6:26-33).
Pero el mejor modo de conocerlo es estudiando la Biblia. Jesús la llamó “la palabra de Dios” (Lucas 8:21). Y, dirigiéndose a su Padre, dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17; 2 Pedro 1:20, 21).
Jesús ayudó a la gente a aprender la verdad acerca de Jehová. Uno de los discípulos admitió en cuanto a su Maestro: “¿No nos ardía el corazón cuando él venía hablándonos por el camino, cuando nos estaba abriendo por completo las Escrituras?” (Lucas 24:32). Si queremos aprender de Dios, hay que ser humildes y estar dispuestos a que se nos enseñe. Jesús aconsejó: “A menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los cielos” (Mateo 18:3).
¿Por qué produce felicidad el conocimiento de Dios?
Conocer a Dios nos permite entender el sentido de la vida. Jesús dijo: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Aprender de Jehová es aprender el mejor modo de vivir. Jesús dijo: “¡Felices son los que oyen la palabra de Dios y la guardan!” (Lucas 11:28; Isaías 11:9).

El Día del Juicio de Dios... ¡su gozoso resultado!


Capítulo 41
El Día del Juicio de Dios... ¡su gozoso resultado!
Visión 15.a: Revelación 20:11–21:8
Lo que muestra: La resurrección general, el Día del Juicio y las bendiciones de nuevos cielos y una nueva tierra
Cuándo se cumple: Durante el Reinado de Mil Años
COMO humanos, se nos creó para vivir para siempre. Si Adán y Eva hubieran obedecido los mandatos de Dios, nunca habrían muerto. (Génesis 1:28; 2:8, 16, 17; Eclesiastés 3:10, 11.) Pero cuando ellos pecaron perdieron la perfección y la vida, para sí mismos y para su prole, y la muerte empezó a reinar sobre la humanidad como enemigo implacable. (Romanos 5:12, 14; 1 Corintios 15:26.) No obstante, el propósito de Dios de tener humanos perfectos que vivieran para siempre en una Tierra paradisíaca no cambió. Por su gran amor a la humanidad, Dios envió a la Tierra a su Hijo unigénito, Jesús, quien dio su vida humana perfecta como rescate por “muchos” descendientes de Adán. (Mateo 20:28; Juan 3:16.) Jesús ahora puede usar este mérito legal de su sacrificio para restaurar a la vida en perfección en una Tierra paradisíaca a los humanos creyentes. (1 Pedro 3:18; 1 Juan 2:2.) ¡Qué magnífica razón para que la humanidad ‘esté gozosa y se regocije’! (Isaías 25:8, 9.)
2 Una vez que Satanás ha sido echado en el abismo, comienza el glorioso Reinado de Mil Años de Jesús. Ha llegado entonces el “día” en que Dios “se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado”. (Hechos 17:31; 2 Pedro 3:8.) Juan declara: “Y vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos”. (Revelación 20:11.) ¿A qué se refiere el “gran trono blanco” mencionado? Tiene que ser al tribunal de “Dios el Juez de todos”. (Hebreos 12:23.) Ahora él juzgará a la humanidad en cuanto a quiénes se beneficiarán del sacrificio de rescate de Jesús. (Marcos 10:45.)


3 El trono de Dios es ‘grande’, lo que enfatiza la grandeza de Jehová como Señor Soberano, y es “blanco”, lo que destaca la inmaculada justicia de Dios. Él es el Juez final de la humanidad. (Salmo 19:7-11; Isaías 33:22; 51:5, 8.) Sin embargo, ha delegado a Jesucristo la obra de juzgar: “El Padre no juzga a nadie, sino que ha encargado todo el juicio al Hijo”. (Juan 5:22.) Con Jesús están sus 144.000 asociados a quienes “se les dio poder para juzgar [...] por mil años”. (Revelación 20:4.) Con todo, son las normas de Jehová las que deciden lo que le sucederá a cada persona durante el Día del Juicio.
4 ¿Cómo se explica el dato de que “huyeron la tierra y el cielo”? Este cielo es el mismo cielo que se apartó como un rollo cuando se abrió el sexto sello: las potencias gobernantes humanas que están “guardadas para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. (Revelación 6:14; 2 Pedro 3:7.) La tierra es el sistema de cosas organizado que existe bajo esa gobernación. (Revelación 8:7.) La destrucción de la bestia salvaje y de los reyes de la Tierra y sus ejércitos, junto con los que recibieron la marca de la bestia salvaje y los que rinden adoración a su imagen, señala la huida de ese cielo y esa tierra. (Revelación 19:19-21.) Ejecutado ya el juicio en la tierra y el cielo de Satanás, el Gran Juez decreta otro Día del Juicio.
El Día del Juicio de Mil Años
5 ¿Quiénes quedan para ser juzgados después que huyen la vieja tierra y el viejo cielo? No el resto ungido de los 144.000, porque estos ya han sido juzgados y sellados. Si todavía quedan algunos de ellos vivos en la Tierra tras el Armagedón, tienen que morir poco tiempo después y recibir su recompensa celestial por resurrección. (1 Pedro 4:17; Revelación 7:2-4.) Sin embargo, los millones de la gran muchedumbre que ahora han salido de la gran tribulación están de pie conspicuamente “delante del trono”. A estos ya se les ha contado justos para sobrevivir por su fe en la sangre derramada de Jesús, pero es necesario que se les siga juzgando durante los mil años mientras Jesús sigue guiándolos a “fuentes de aguas de vida”. Entonces, restaurados ya a la perfección humana y después sometidos a una prueba, se les declarará justos en sentido completo. (Revelación 7:9, 10, 14, 17.) Durante los mil años también tendrán que ser juzgados los niños que sobrevivan a la gran tribulación y cualesquiera hijos que les nazcan a los de la gran muchedumbre durante el Milenio. (Compárese con Génesis 1:28; 9:7; 1 Corintios 7:14.)
6 Sin embargo, Juan observa una multitud mucho más numerosa que la gran muchedumbre que sobrevive. ¡Su cantidad llegará a miles de millones! “Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron rollos.” (Revelación 20:12a.) La expresión “los grandes y los pequeños” abarca a las personas prominentes así como a las de menos importancia que han vivido y muerto en esta Tierra durante los pasados 6.000 años. En el Evangelio que escribió el apóstol Juan poco después de escribir el libro de Apocalipsis o Revelación, Jesús dijo que el Padre “ha dado [a Jesús] autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán”. (Juan 5:27-29.) ¡Qué magnífico proyecto!... ¡lo opuesto de las muertes y los entierros que ha habido durante toda la historia! Es de esperarse que la resurrección de esos incontables millones de personas que Dios tiene en la memoria se efectuará gradualmente, para que la gran muchedumbre —que son muy pocos en comparación— pueda encargarse de los problemas que pudieran surgir debido a que al principio los resucitados quizás tiendan a seguir su viejo estilo de vida, con sus debilidades y actitudes carnales.
¿A quiénes se resucita y juzga?
7 Juan añade: “Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos”. (Revelación 20:12b, 13.) ¡Ciertamente un espectáculo asombroso! Tanto ‘el mar como la muerte y el Hades’ desempeñan su papel, pero note que estos términos no se excluyen uno a otro. Jonás, cuando estuvo en el vientre de un pez y por eso en medio del mar, dijo que se hallaba en el Seol o Hades. (Jonás 2:2.) Si alguien está en las garras de la muerte adámica, entonces puede que también esté en el Hades. Estas palabras proféticas dan gran seguridad de que no se pasará por alto a nadie.
8 Por supuesto, habrá personas —la cantidad se desconoce— que no serán resucitadas. Entre estas estarían los escribas y fariseos impenitentes que rechazaron a Jesús y a los apóstoles, el religioso “hombre del desafuero” y los cristianos ungidos “que han caído en la apostasía”. (2 Tesalonicenses 2:3; Hebreos 6:4-6; Mateo 23:29-33.) Jesús también dijo que ciertas personas —él las comparó con cabras— que vivirían en el tiempo del fin del mundo irían “al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”, a saber, al “cortamiento eterno”. (Mateo 25:41, 46.) ¡No hay resurrección para ellas!
9 Por otra parte, algunas personas serán favorecidas de modo especial en la resurrección. El apóstol Pablo indicó esto cuando dijo: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. (Hechos 24:15.) Respecto a la resurrección terrestre, entre ‘los justos’ estarán hombres y mujeres fieles de la antigüedad —Abrahán, Rahab y muchos otros— que fueron declarados justos por su amistad con Dios. (Santiago 2:21, 23, 25.) En este mismo grupo estarán las justas otras ovejas que hayan muerto en fidelidad a Jehová en nuestros días. Es probable que todas estas personas íntegras sean resucitadas a principios del Reinado Milenario de Jesús. (Job 14:13-15; 27:5; Daniel 12:13; Hebreos 11:35, 39, 40.) No hay duda de que a muchos de estos justos resucitados se les asignarán privilegios especiales de superentender la tremenda obra de restauración que se efectuará en el Paraíso. (Salmo 45:16; compárese con Isaías 32:1, 16-18; 61:5; 65:21-23.)
10 Sin embargo, ¿quiénes son ‘los injustos’ mencionados en Hechos 24:15? Entre estos estarían las grandes masas de la humanidad que han muerto durante toda la historia, particularmente los que vivieron en ‘tiempos de ignorancia’. (Hechos 17:30.) Estos, debido al lugar donde nacieron o el tiempo en que vivieron, no tuvieron la oportunidad de aprender obediencia a la voluntad de Jehová. Además, puede que algunos sí oyeran el mensaje de la salvación, pero que no respondieran de lleno en aquel tiempo, o quizás murieron antes de haber llegado al punto de dedicarse y bautizarse. En la resurrección estos tendrán que hacer ajustes adicionales en su modo de pensar y en su derrotero para poder beneficiarse de esa oportunidad de adquirir vida eterna.
El rollo de la vida
11 Juan menciona “el rollo de la vida”. Este es un registro de los que van encaminados a recibir vida eterna de Jehová. Los nombres de los hermanos ungidos de Jesús, de la gran muchedumbre y de los hombres fieles de la antigüedad —como Moisés, por ejemplo— se han escrito en ese rollo. (Éxodo 32:32, 33; Daniel 12:1; Revelación 3:5.) Hasta ahora ninguno de los “injustos” resucitados tiene su nombre en el rollo de la vida. Por eso, el rollo de la vida se abrirá durante el Reinado de Mil Años para permitir que se escriban allí los nombres de otros que llegan a calificar para ello. Los individuos cuyos nombres no lleguen a escribirse en el rollo o libro de la vida serán ‘arrojados al lago de fuego’. (Revelación 20:15, compárese con Hebreos 3:19.)
12 Entonces, ¿qué determinará si el nombre de uno llega a escribirse o no en el rollo de la vida ya abierto en aquel tiempo? El factor principal será el mismo de los días de Adán y Eva: obediencia a Jehová. Como escribió el apóstol Juan a compañeros cristianos amados: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:4-7, 17.) En el asunto de obediencia, el Juez nombrado por Jehová dio el ejemplo: “Aunque [Jesús] era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvación eterna para todos los que le obedecen”. (Hebreos 5:8, 9.)
Se abren otros rollos
13 ¿Cómo deben demostrar su obediencia las personas a quienes se resucita? Jesús mismo señaló a los dos grandes mandamientos, diciendo: “El primero es: ‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’”. (Marcos 12:29-31.) También tienen que seguir los bien establecidos principios bíblicos de Jehová, como repudiar el robo, el mentir, el asesinato y la inmoralidad. (1 Timoteo 1:8-11; Revelación 21:8.)
14 Sin embargo, Juan acaba de mencionar otros rollos que se abrirán durante el Reinado Milenario. (Revelación 20:12.) ¿A qué se referirá esto? A veces Jehová ha dado instrucciones específicas para situaciones particulares. Por ejemplo, en los días de Moisés proveyó una serie detallada de leyes que significaban vida para los israelitas si obedecían. (Deuteronomio 4:40; 32:45-47.) Durante el primer siglo se dieron nuevas instrucciones para ayudar a los fieles a seguir los principios de Jehová bajo el sistema de cosas cristiano. (Mateo 28:19, 20; Juan 13:34; 15:9, 10.) Ahora Juan informa que los muertos han de ser “juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos”. Por eso, parece que al abrirse estos rollos se publicarán los requisitos detallados de Jehová para la humanidad durante los mil años. Al aplicar en su vida las reglas y mandamientos de esos rollos, los humanos obedientes podrán alargar sus días, hasta finalmente adquirir vida eterna.
15 ¡Qué extensa campaña de educación teocrática se necesitará! En 2005, por todo el mundo los testigos de Jehová conducían, como promedio, 6.061.534 estudios bíblicos en diferentes lugares. ¡Pero no hay duda de que durante la resurrección se conducirán innumerables millones de estudios, basados en la Biblia y en los nuevos rollos! Todos los del pueblo de Dios tendrán que hacerse maestros y esmerarse en ello. Indudablemente los resucitados, a medida que progresen, participarán en este gran programa docente. Es probable que la resurrección se efectúe de tal manera que los que estén vivos puedan tener el gozo de dar la bienvenida e instruir a personas que hayan sido miembros de su familia y a conocidos, que, a su vez, podrán dar la bienvenida e instruir a otras personas. (Compárese con 1 Corintios 15:19-28, 58.) Los más de seis millones de testigos de Jehová activos en esparcir la verdad hoy día están colocando un buen fundamento para los privilegios que esperan tener durante la resurrección. (Isaías 50:4; 54:13.)
16 Respecto a la resurrección terrestre, Jesús dijo que ‘los que hicieron cosas buenas salen a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio’. Aquí “vida” y “juicio” son términos en contraste, lo que muestra que se juzga indignos de la vida a los resucitados que ‘practican cosas viles’ después de haber sido instruidos en las Escrituras inspiradas y en lo que dicen los rollos. Sus nombres no se escribirán en el rollo o libro de la vida. (Juan 5:29.) Lo mismo les sucedería a cualesquiera que anteriormente hubieran seguido un derrotero fiel, pero que por alguna razón se apartaran de ese proceder durante el Reinado de Mil Años. Los nombres pueden ser borrados. (Éxodo 32:32, 33.) Por otra parte, los que siguen obedientemente las cosas escritas en los rollos mantendrán sus nombres en el registro escrito —el rollo de la vida— y seguirán viviendo. Para ellos la resurrección habrá resultado ser una resurrección “de vida”.
El fin de la muerte y el Hades


17 ¡Después Juan describe algo verdaderamente maravilloso! “Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. Además, cualquiera a quien no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.” (Revelación 20:14, 15.) Para fines del Día del Juicio milenario “la muerte y el Hades” son eliminados por completo. ¿Por qué se requieren mil años para esto? El Hades, el sepulcro común de toda la humanidad, queda vacío cuando se resucita a la última persona que está en la memoria de Dios. Pero mientras haya humanos contaminados por el pecado heredado, la muerte adámica todavía estará con ellos. Todos los que sean resucitados en la Tierra, así como la gran muchedumbre que sobreviva al Armagedón, tendrán que obedecer lo que está escrito en los rollos hasta que el mérito del rescate de Jesús haya sido aplicado a tal grado que se hayan eliminado por completo las enfermedades, la vejez y otras incapacidades heredadas. Entonces la muerte adámica y el Hades son “arrojados al lago de fuego”. ¡Se irán para siempre!
18 Así se habrá completado el programa que el apóstol Pablo describe en su carta a los corintios: “Porque él [Jesús] tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. Como el último enemigo, la muerte [adámica] ha de ser reducida a nada”. ¿Qué sucede entonces? “Cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas.” En otras palabras, Jesús “entrega el reino a su Dios y Padre”. (1 Corintios 15:24-28.) Sí, una vez que Jesús haya vencido a la muerte adámica por el mérito de su sacrificio de rescate, entregará a su Padre, Jehová, una familia humana perfeccionada. Parece que es entonces, al final de los mil años, cuando se suelta a Satanás y tiene lugar la prueba final que sirve para determinar qué nombres seguirán registrados permanentemente en el rollo de la vida. ¡‘Esfuércese vigorosamente’ para que su nombre esté entre esos! (Lucas 13:24; Revelación 20:5.)
[Nota]
Entre los resucitados del mar no estarían los corruptos terrícolas que perecieron en el Diluvio de los días de Noé; aquella destrucción fue final, como lo será la ejecución del juicio de Jehová en la gran tribulación. (Mateo 25:41, 46; 2 Pedro 3:5-7.)
[Preguntas del estudio]
1. a) ¿Qué perdió la humanidad cuando Adán y Eva pecaron? b) ¿Qué propósito de Dios no ha cambiado, y cómo lo sabemos?
2. ¿Qué informa Juan en Revelación 20:11, y a qué se refiere el “gran trono blanco” mencionado?
3. a) ¿Qué indica el que el trono de Dios sea ‘grande’ y “blanco”? b) ¿Quiénes juzgarán en el Día del Juicio, y sobre qué base?
4. ¿Qué significa el que ‘la tierra y el cielo huyeran’?
5. Después que huyen la vieja tierra y el viejo cielo, ¿quiénes quedan para ser juzgados?
6. a) ¿Qué multitud ve Juan, y qué indica la expresión “los grandes y los pequeños”? b) ¿Cómo es de esperarse que acontezca la resurrección de los incontables millones de personas que están en la memoria de Dios?
7, 8. a) ¿Qué rollo se abre, y qué sucede después de eso? b) ¿Para quiénes no habrá resurrección?
9. ¿Cómo indica el apóstol Pablo que algunos serán favorecidos de modo especial en la resurrección, y quiénes son esos?
10. De todos los que han de ser resucitados, ¿quiénes son ‘los injustos’?
11. a) ¿Qué es “el rollo de la vida”, y los nombres de quiénes se registran en ese rollo? b) ¿Por qué se abrirá el rollo de la vida durante el Reinado de Mil Años?
12. ¿Qué determinará si se escribe o no el nombre de uno en el rollo de la vida ya abierto, y cómo dio el ejemplo el Juez nombrado por Jehová?
13. ¿Cómo deben demostrar su obediencia los resucitados, y qué principios tienen que seguir?
14. ¿Qué otros rollos se abren, y qué contienen?
15. ¿Qué clase de campaña educativa se necesitará durante la resurrección, y en qué orden, probablemente, se efectuará la resurrección?
16. a) ¿Qué nombres no se escribirán en el rollo o libro de la vida? b) ¿Qué personas tendrán una resurrección que resultará ser “de vida”?
17. a) ¿Qué acto maravilloso describe Juan? b) ¿Cuándo queda vacío el Hades? c) ¿Cuándo será ‘arrojada al lago de fuego’ la muerte adámica?
18. a) ¿Cómo describe el apóstol Pablo el éxito de la gobernación de Jesús como Rey? b) ¿Qué hace Jesús con la familia humana perfeccionada? c) ¿Qué otras cosas suceden al final de los mil años?
[Ilustración de la página 298]
Es posible que los nombres de los “injustos” resucitados que obedezcan lo escrito en los rollos que se abrirán durante el Reinado de Mil Años se escriban también en el rollo de la vida

El buen samaritano

Jesús y la mujer samaritana