domingo, marzo 7

¿QUÉ ES EL RESCATE?


1 En pocas palabras, el rescate es el medio que Nuestro Padre celestial emplea para liberar, o salvar, del pecado y la muerte a la humanidad (Efesios 1:7). La clave para entender esta enseñanza bíblica está en lo que sucedió en el jardín de Edén. Solo si comprendemos qué fue lo que Adán perdió al pecar, nos haremos una idea del gran valor que tiene para nosotros el rescate.

2 Cuando Dios creó a Adán, le dio algo valiosísimo: la vida humana perfecta. Piensemos en lo que eso significaba para él. Con un cuerpo y una mente perfectos, nunca se enfermaría, envejecería ni moriría. Además, disfrutaba de una relación especial con Nuestro Padre Celestial. La Biblia dice que Adán era “hijo de Dios” (Lucas 3:38). Por lo tanto, entre Dios y Adán existía una relación muy estrecha, como la que existe entre un padre cariñoso y su hijo.

3Por lo tanto, Adán estaba hecho a la imagen de Dios en el sentido de que había sido creado con cualidades como las que tiene Dios: amor, inteligencia, justicia y poder, entre otras. Además, era como su Padre en otro importante aspecto: tenía libre albedrío, es decir, podía tomar sus propias decisiones. Así que no era ninguna máquina, que solo puede hacer aquello para lo que ha sido fabricada o programada. Al contrario, podía decidir por sí mismo y escoger entre el bien y el mal.

4Está claro que Adán pagó muy cara la desobediencia a Dios, pues fue condenado a muerte. Aquel pecado le costó la vida humana perfecta con todos sus beneficios (Génesis 3:17-19). Por desgracia, Adán no solo la perdió para él, sino también para sus futuros descendientes. La Palabra de Dios dice: “Por medio de un solo hombre [es decir, Adán] el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado” (Romanos 5:12). En efecto, todos nosotros hemos heredado de Adán el pecado. Por eso, la Biblia explica que Adán nos ha “vendido” junto con él, haciéndonos esclavos del pecado y la muerte (Romanos 7:14). Para Adán y Eva no existía ninguna esperanza, pues ellos habían desobedecido a Dios por voluntad propia. Sin embargo, ¿qué sucedería con sus descendientes, entre ellos nosotros? ¿Que significa nacer en pecado?

Ilustracion:

5<<Romanos 5:12). La situación puede compararse a un molde de hacer pan que se ha abollado o deformado debido a un golpe. ¿Cómo saldrán todos los panes que se hagan con él? Imperfectos, marcados por la misma abolladura. De igual modo, todos los seres humanos nacemos marcados por la “abolladura” de la imperfección de Adán. Esta es la razón por la que envejecemos y morimos (Romanos 3:23). R.-Significa que heredamos la imperfeccion de Adan y Eva>>.

6 Nuestro Padre Celestial decidió salvar a la humanidad mediante el rescate. ¿En qué consiste un rescate? Básicamente, en dos cosas. En primer lugar, es el precio que se paga para recuperar una cosa o liberar a una persona, como un rehén, por ejemplo. En segundo lugar, en la Biblia, un rescate es el precio que cubre, o paga, el costo de algo, como los daños sufridos por una persona. Por ejemplo, si alguien provocaba un accidente, tenía que pagar la cantidad justa que correspondía al valor de los daños producidos.

7 Tal como hemos visto, Adán nos causó a todos nosotros una enorme pérdida. ¿Cómo sería posible cubrir el costo de tal pérdida y liberarnos de la esclavitud del pecado y la muerte? Veamos el rescate que proporcionó Dios y de qué manera puede beneficiarnos a nosotros.

¿CÓMO PROPORCIONÓ NUESTRO PADRE CELESTIAL EL RESCATE?

8 Lo que se perdió fue una vida humana perfecta. Por eso, para recuperarla no bastaba con ofrecer la vida de ningún ser humano imperfecto (Salmo 49:7, 8). Se necesitaba un rescate que tuviera un valor equivalente a lo que se había perdido. Así lo señalaba el principio de justicia perfecta que se expone en la Palabra de Dios. De acuerdo con ese principio, había que entregar “alma [...] por alma” (Deuteronomio 19:21). Por lo tanto, ¿qué podría cubrir o pagar el valor del alma, o vida, humana perfecta que Adán perdió? El “rescate correspondiente” que se necesitaba era otra vida humana perfecta (1 Timoteo 2:6 NVI).

Nuestro Padre celestial dio a su Hijo unigénito como rescate por nosotros

9 ¿Cómo proporcionó Dios el rescate? Envió a la Tierra a un ser perfecto, uno de sus hijos espirituales. Pero no envió a cualquiera de ellos, sino al que más amaba: su Hijo unigénito (1 Juan 4:9, 10). Este dejó de buena gana su hogar celestial (Filipenses 2:7). Dios Padre realizó un milagro al hacer que la vida de su Hijo pasara a la matriz de María. Gracias al espíritu santo de Dios, Jesús nació como ser humano perfecto, libre de la condena del pecado (Lucas 1:35). "Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y 'EL PODER' del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.


10 ¿Cómo es posible que un solo hombre fuera el rescate de muchos, sí, de millones de seres humanos? Pues bien, ¿cómo llegaron todos ellos a ser pecadores? Recuerden que Adán pecó y de este modo perdió una posesión muy valiosa: la vida humana perfecta, una posesión que ya no pudo pasar a sus descendientes. Lo único que pudo transmitirles fue el pecado y la muerte. Jesús, a quien la Biblia llama “el último Adán”, tenía una vida humana perfecta y nunca pecó (1 Corintios 15:45 ). En cierto modo, Jesús tomó el lugar de Adán para salvarnos. Obedeció a la perfección a su Padre y sacrificó, o entregó, su vida perfecta. Así pagó el precio necesario para cubrir el pecado de Adán y nos dio una esperanza a sus descendientes (Romanos 5:19; 1 Corintios 15:21, 22).

¿POR QUE TUVO QUE SUFRIR TANTO?

11 La Biblia relata en detalle los sufrimientos que soportó Jesús antes de morir. Con gran crueldad, lo azotaron y lo clavaron en un madero de tormento, condenándolo a una muerte horrible (Juan 19:1, 16-18, 30; ¿Por que tuvo que sufrir tanto? Satanás ha puesto en duda que haya un solo ser humano que permanezca fiel a su Padre Celestial si se le somete a prueba. (comparar con Job) Al aguantar fielmente a pesar de aquel terrible sufrimiento, Jesús dio la mejor respuesta posible al desafío de Satanás. Demostró que un hombre perfecto, que tenga libre albedrío, puede ser totalmente fiel a Dios Padre, sin importar las dificultades que le cause el Diablo. ¡Cuánto tuvo que alegrarse Dios al ver la lealtad de su amado Hijo! (Proverbios 27:11.)

12 ¿Cómo se pagó el rescate? Dios permitió que ejecutaran a su Hijo, que era perfecto y, por lo tanto, no tenía pecado. De esta forma, Jesús sacrificó “una vez para siempre” su vida humana perfecta (Hebreos 10:10). Al tercer día de su muerte, Nuestro Padre Celestial lo resucito, Jesús presentó a su Padre el valor de su vida humana perfecta, la cual había ofrecido en sacrificio para rescatar a los descendientes de Adán (Hebreos 9:24). Dios Padre aceptó el valor del sacrificio de Jesús, y así aquel sacrificio sirvió como el rescate necesario para liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y la muerte (Romanos 3:23, 24).

¿CÓMO PUEDE BENEFICIARNOS EL RESCATE?

13 Gracias al rescate podemos disfrutar de maravillosas bendiciones a pesar de ser pecadores. Veamos algunos beneficios presentes y futuros del mayor regalo que Dios nos ha hecho.

14 El perdón de los pecados. Como hemos heredado la imperfección, para nosotros es una verdadera lucha hacer el bien. Todos pecamos, sea con nuestras palabras o con nuestras obras. Pues bien, gracias al sacrificio de Jesús podemos obtener “el perdón de nuestros pecados” (Colosenses 1:13, 14). Sin embargo, para ello debemos arrepentirnos de corazón. También tenemos que pedirle humildemente a Nuestro Padre Celestial que nos perdone tomando como base nuestra fe en el sacrificio de su Hijo (1 Juan 1:8, 9).

15 Una conciencia limpia ante Dios. La conciencia culpable nos deja sin esperanza y con el sentimiento de que no valemos nada. Pero gracias al rescate, Nuestro Padre Celestial nos perdona y tiene la bondad de permitir que, aun siendo imperfectos, lo adoremos con la conciencia limpia (Hebreos 9:13, 14). De este modo, tenemos confianza para hablar con él, o sea, para orarle con toda libertad (Hebreos 4:14-16). Además, al mantener la conciencia limpia, disfrutamos de tranquilidad mental, nos sentimos bien con nosotros mismos y somos más felices.

16 La esperanza de vivir eternamente en una tierra paradisiaca. “El salario que el pecado paga es muerte”, dice Romanos 6:23. Ahora bien, ese mismo versículo añade: “Pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor”. En ( Apocalipsis 21:3, 4). Todas esas bendiciones, incluida la de vivir para siempre con salud perfecta, serán posibles porque Jesús murió por nosotros. Para recibirlas, debemos demostrar que agradecemos el regalo del rescate.

¿CÓMO PODEMOS DEMOSTRAR AGRADECIMIENTO?

17 ¿Por qué debemos estar profundamente agradecidos a Dios Padre por el rescate? Pues bien, un regalo es más valioso cuando la persona que lo hace ha tenido que sacrificar tiempo, energías o dinero para dárnoslo. Además, nos conmueve porque es una prueba del amor sincero que nos tiene. Por lo tanto, el rescate es el regalo más valioso de todos, ya que Dios hizo el mayor de los sacrificios. “Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito”, dice Juan 3:16. El rescate es la prueba más sobresaliente del amor que Nuetro Padre Celestial nos tiene. También es prueba de cuánto nos ama Jesúscristo, quien estuvo muy dispuesto a entregar la vida por nosotros (Juan 15:13). En efecto, el regalo del rescate debe convencernos de que Dios y su Hijo Jesucristo nos quieren a cada uno de nosotros (Gálatas 2:20).

18 Entonces, ¿de qué maneras demostrará usted que agradece el regalo divino del rescate? Para empezar, conozca mejor a Aquel que lo dio, el Unico Dios verdadero (Juan 17:3). ¿como podemos lograrlo? si estudia su Palabra. Cuanto más conozca a Dios y a Jesucristo, más lo amaremos. Y cuanto más lo amemos, más desearemos complacerlo (1 Juan 5:3).

Una forma en que usted puede demostrar que agradece el regalo del rescate es esforzándonos por conocer mejor a Dios y a Jesucristo

19Tengamos fe en el rescate. Jesús mismo dijo: “El que cree [ejerce fe] en el Hijo tiene vida eterna” (Juan 3:36). ¿Cómo podemos ejercer, o demostrar, fe en Jesús? No solo con palabras. Como indica Santiago 2:26, “la fe sin obras está muerta”. En efecto, la fe verdadera se demuestra con obras. Una manera de probar que tenemos fe en Jesús es haciendo lo posible por imitarlo, tanto en lo que decimos como en lo que hacemos (Juan 13:15).

(1 Corintios 11:20; Mateo 26:26-28; Lucas 22:19; 2 Corintios 9:14, 15;)


El buen samaritano

Jesús y la mujer samaritana